Olivares con historia que son parte de la historia.
Nuestro proyecto nace como idea en 2013 cuando uno de nuestros socios estaba desarrollando un producto y se encuentra con una persona que quería comercializar madera de olivos centenarios, los que debido a la crisis estaban siendo talados y reemplazados por cultivos más rentables.
Se perdían así miles de años de historia y árboles irreemplazables.
No fue sino hasta 6 años después que nuestro proyecto cristalizó con el encuentro de una almazara que trabajara con la calidad y con árboles centenarios y milenarios, donde se pudiera pagar un precio razonable para una producción sustentable.
Así es que se suma la otra mitad a Olivares del Sur, un empresario con gran conocimiento del sector y con olivares en Abanilla.
Juntos tratamos de conseguir el mejor aceite de la zona con las mejores características.
Un aceite fiel a la historia, con olivos que han estado presentes desde tiempos inmemoriales, con el sabor tradicional de siglos pasados.
200 AC
La Región de Abanilla, en el sur de España ha tenido asentamientos humanos desde tiempos prehistóricos, pero es con la llegada de los Romanos, hacia el año 200 AC, cuando se introduce el olivo en España.
La producción de aceite de oliva llevó durante años a la Hispania romana a ser una provincia próspera e importante para el Imperio romano.
La importancia del cultivo del árbol del olivo ha transcendido hasta nuestros días, siendo en la actualidad el aceite de oliva virgen extra uno de los productos estrella de España.
779 DC
El califa Abderraman I conquistó la zona definitivamente para los musulmanes en el año 779 instaurando una provincia con los términos actuales de Murcia y Alicante, cuya capital sería Orihuela y que se mantendrá hasta 1031.
La principal referencia escrita de época musulmana data del siglo XII y se debe al geógrafo Al-Idrisi, quien menciona las maravillas textiles que se fabrican en Albanyala, Albayada o Banyaliya, distintas denominaciones de Abanilla durante la dominación musulmana.
La palabra aceite deriva del árabe azzayt y reemplaza a la latina oleum.
1600 DC
En el año 1434 un descendiente de los Rocafull cedió Abanilla a la Orden de Calatrava.
Hacia el 1650 Cervantes nombra la costumbre en las juderías de freír con aceite de oliva, ya que era un alimento kosher y la grasa de cerdo estaba prohibida por la religión judía, esta costumbre luego sería adoptada por toda la península.
Los musulmanes que utilizaban la grasa del cordero también utilizaría este aceite para freír al considerarlo de mejor calidad.
1800 DC
En 1820 se inician en España las desamortizaciones, proceso por el cual la acción estatal convirtió en bienes nacionales las propiedades y derechos que hasta entonces habían constituido patrimonio de diversas entidades civiles y eclesiásticas.
Enmarcado en este proceso se produjo el desligamiento de Abanilla de la Orden de Calatrava en 1856 lo que supuso su integración plena en la vida nacional.
A partir de 1840 se comienzan a registrar los olivos milenarios y centenarios de la zona en el catastro.
Tiempo presente.
En Abanilla al sur de la Huerta de Mahoya, junto al Río Chícamo, se encuentra uno de los pocos y raros bosques de olivos milenarios que quedan en el Mediterráneo, en gran parte debido a su cercanía al río y a la red de acequias que datan de la época romana.
Olivares del Sur comercializa ediciones limitadas de aceite de estos olivos de Abanilla en su aceite «1726».
200 AC
La Región de Abanilla, en el sur de España ha tenido asentamientos humanos desde tiempos prehistóricos, pero es con la llegada de los Romanos, hacia el año 200 AC, cuando se introduce el olivo en España.
La producción de aceite de oliva llevó durante años a la Hispania romana a ser una provincia próspera e importante para el Imperio romano.
La importancia del cultivo del árbol del olivo ha transcendido hasta nuestros días, siendo en la actualidad el aceite de oliva virgen extra uno de los productos estrella de España.
779 DC
El califa Abderraman I conquistó la zona definitivamente para los musulmanes en el año 779 instaurando una provincia con los términos actuales de Murcia y Alicante, cuya capital sería Orihuela y que se mantendrá hasta 1031.
La principal referencia escrita de época musulmana data del siglo XII y se debe al geógrafo Al-Idrisi, quien menciona las maravillas textiles que se fabrican en Albanyala, Albayada o Banyaliya, distintas denominaciones de Abanilla durante la dominación musulmana.
La palabra aceite deriva del árabe azzayt y reemplaza a la latina oleum.
1600 DC
En el año 1434 un descendiente de los Rocafull cedió Abanilla a la Orden de Calatrava.
Hacia el 1650 Cervantes nombra la costumbre en las juderías de freír con aceite de oliva, ya que era un alimento kosher y la grasa de cerdo estaba prohibida por la religión judía, esta costumbre luego sería adoptada por toda la península.
Los musulmanes que utilizaban la grasa del cordero también utilizaría este aceite para freír al considerarlo de mejor calidad.
1800 DC
En 1820 se inician en España las desamortizaciones, proceso por el cual la acción estatal convirtió en bienes nacionales las propiedades y derechos que hasta entonces habían constituido patrimonio de diversas entidades civiles y eclesiásticas.
Enmarcado en este proceso se produjo el desligamiento de Abanilla de la Orden de Calatrava en 1856 lo que supuso su integración plena en la vida nacional.
A partir de 1840 se comienzan a registrar los olivos milenarios y centenarios de la zona en el catastro.
Tiempo presente.
En Abanilla al sur de la Huerta de Mahoya, junto al Río Chícamo, se encuentra uno de los pocos y raros bosques de olivos milenarios que quedan en el Mediterráneo, en gran parte debido a su cercanía al río y a la red de acequias que datan de la época romana.
Olivares del Sur comercializa ediciones limitadas de aceite de estos olivos de Abanilla en su aceite «1726».
Olivares del Sur s.l.
Carretera de Orihuela 49
Abanilla 30640
Murcia, España
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Murcia, España
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